27 de julio de 2011

Declaración respecto de la ley anti-boicot israelí: No nos van a silenciar

La siguiente es una declaración de la organización israelí ¡Boicot! Apoyando la demanda palestina por el BDS desde adentro en el marco de la aprobación, por parte del parlamento sionista de una Ley que prohíbe el boicot a los productos israelíes elaborados en los Territorios Ocupados Palestinos.

Fuente: Rebelión.


'¨Los vamos arrestar, pero con ustedes es difícil porque todo lo que hacen es hablar¨ -Palabras de un soldado israelí al organizador Mohammad Othama-

Nosotros, ciudadanos israelíes, miembros del Boicot! [2], mediante la presente, reiteramos nuestro apoyo y promoción de la demanda palestina por Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel, hasta que éste cumpla con la ley internacional y con los principios universales de derechos humanos[3]. Declaramos esto a pesar de la nueva legislación aprobada por la knesset (parlamento) israelí, que apunta a penalizar nuestras actividades y las de nuestros compañeros, restringiendo la libertad de expresión y de organización política, y sobretodo prohibiendo a los ciudadanos israelíes actuar de acuerdo a su conciencia cuando esto entra en conflicto con las deplorables políticas de Estado.

La ley anti-BDS no es el primer intento de silenciar la campaña del BDS. A través de los años, Israel ha arrestado a líderes, activistas, oradores y organizadores palestinos, sin cargos, o a veces bajo diversos cargos draconianos como "incitación" o organización de "manifestaciones ilegales". El 22 de septiembre del 2009, Mohammed Othman, de 34 años, fue detenido en el cruce de Allenby, (puesto fronterizo con Jordania) cuando regresaba a la Cisjordania ocupada luego de un encuentro con el ministro de finanzas noruego Halvorsen. Un poco antes, el mismo mes, el ministro Halvorsen había anunciado la desinversión noruega de la compañía israelí Elbit, debido a "preocupaciones técnicas"[4]. Othman fue detenido sin cargos ni juicio, bajo una orden de detención administrativa ilícita y pasó la mayor parte de los 113 días de arresto incomunicado. El encarcelamiento de activistas políticos es casi una práctica de rutina contra los defensores de los derechos humanos de los palestinos.

Al igual que dichas prácticas represivas, la ley israelí recientemente aprobada, que especifica multas y el pago de una "compensación" por parte de los ciudadanos israelíes o residentes que inicien o alienten un boicot a Israel, está destinada a fracasar. Nosotros, mediante la presente, apoyamos y promovemos la reciente demanda palestina por un inmediato y completo embargo militar a Israel[5], debido a su constante uso de la violencia y ataques mortales sobre palestinos y civiles árabes; nosotros nos solidarizamos con Jewish Voice for Peace (Voz judía por la paz) en su campaña por persuadir a TIAA-CREF de desinvertir de la ocupación israelí[6]; asimismo apoyamos y alentamos toda campaña de desinversión relacionada con el BDS, como la campaña por Derail Israel's Unlawful A1 Train Project (Descarrilar el ilegítimo proyecto de tren A1 de Israel)[7].

Finalmente, instamos a los artistas que han programado presentaciones en Israel a enviar un mensaje claro de que la ocupación israelí, la discriminación institucionalizada de los propios ciudadanos palestinos de Israel y la negación del derecho a retorno y de compesaciones para los refugiados palestinos por parte de Israel, no son ni correctas ni normales, como Maxi Jazz de Faithless lo ha señalado[8]. Roxette, Ziggy Marley, Drean Theater, George Benson, Nino Katamadze, Paul Simon y John Cale – posiblemente nos arriesguemos que se nos persiga por decir esto- ¡hagan caso a la demanda palestina del BDS y cancelen sus espectáculos en Israel!

Firman,

Yonah Adelman

Uri Agnon

Daniel Atai

Oshra Bar

Yoav Bar

Ronnie Barkan

Elisha Baskin

Roi Basha

Ofra Ben Artzi

Eitan Bronstein

Alona Cohen

Alex Cohn

Silan Dallal

Yossi David

Eran Efrati

Hamutal Erato

Naama Farjoun

Tamar Freed

Amir Gafner

Amaya Galili

Elyakim Genazzani

Angela Godfree-Goldstein

Rebekah Gomez

Ohal Grietzer

Shir Hever

Connie Hackbarth

Nir Harel

Lihi Joffe

Yonatan Kahn

Yael Kahn

Liad Kantorowicz

Amani Khalefa

Assaf Kintzer

Yana Knopova (Ziferblat)

Abir Kopty

Micha Kurtz

Noam Lekach

Roi Livne

Gal Lugassi

Emelia Marcovich

Anat Matar

Haggai Matar

Eilat Maoz

Edo Medicks

Dorothy Naor

Irene Nasser

Ofer Neiman

David Nir

Noa Olchovsky

Jonathan Pollak

Leiser Peles

Yaar Peretz

Alison Ramer

Renen Raz

Maya Rotem

Leehee Rothschild

Aia Safadi

Lizi Sagie

Emily Schaeffer

Ayala Shani

Tal Shapira

Yonatan Shapira

Yuval Shtrool

Stavit Sinai

Kobi Snitz

Sonya Soloviov

Jonatan Stanczak

Tirtza Tauber

Eran Torbiner

Tamara Traubmann

Sahar Vardi

Itamar Weitzman

Maya Wind

Sergio Yahni

Oren Yermiah

Michal Zak

Amal Ziada

Adi Zlotogora

En nombre de

Boycott! Supporting the Palestinian BDS Call from Within (¡Boicot! Apoyando el llamado palestino por BDS desde adentro) http://boycottisrael.info

[1] http://www.bdsmovement.net/2009/it-will-take-more-than-a-wall-to-silence-us-577

[2] Nuestro nombre completo es "Boycott! Supporting the Palestinian BDS Call from Within" (¡Boicot! Apoyando la demanda palestina por el BDS desde adentro) también conocido como "Boycott from Within" (Boicot desde adentro)

[3] http://www.bdsmovement.net/call

[4] http://electronicintifada.net/content/israel-targeting-boycott-movement/8524

[5] http://www.bdsmovement.net/2011/military-embargo-call-7497

[6] http://jewishvoiceforpeace.org/blog/jvp-demand-tiaa-cref-divest-israeli-occupation-0

[7] http://www.bdsmovement.net/2010/derail-a1-statement-4494

[8] http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=1337
Traducido por L.F.J para el Centro de Información Alternativa (AIC), Jerusalén.

4 de julio de 2011

Gaza y la Flotilla de la Libertad: Sigamos siendo humanos


La segunda Flotilla de la Libertad, retenida en Grecia por una decisión ilegal del Gobierno heleno, debe servir para dirigir nuestra atención hacia el bloqueo ilegal que Gaza, el territorio más densamente poblado de la tierra, sufre desde 2007, poco después de que a sus habitantes se les ocurriera votar libremente por la opción equivocada, al menos con arreglo a los criterios de Israel, EEUU y la UE. Según informes de la ONU, el asedio medieval de esta pequeña franja de 40 kilómetros de largo por 10 de ancho, con una población de 1.500.000 habitantes, en su mayor parte refugiados, habría destruido completamente su economía y empobrecido severamente a sus habitantes en los últimos cinco años. Las cifras no duelen, pero instruyen: sin agua para desarrollar la agricultura y con un irregular suministro eléctrico, con el 83% de sus fábricas cerradas y el número de desempleados más alto del mundo, el 80% de los gazatíes sobrevive gracias a la ayuda humanitaria, habiéndose triplicado en los últimos cinco años los casos de pobreza extrema, que afecta ya a 300.000 personas. Los bombardeos israelíes de 2008-2009 no produjeron sólo la muerte de 1.400 palestinos. Las cifras no matan, pero incomodan: 18 escuelas fueron completamente destruidas y 280 sufrieron daños severos, y hoy no pueden ser reconstruidas porque el bloqueo –es decir, los israelíes– no permiten el acceso de cemento, o no en las cantidades necesarias. Lo mismo ocurre con la situación sanitaria, recientemente denunciada por Richard Falk, enviado especial de la ONU, quien ha señalado el efecto potencialmente letal para la salud de los gazatíes de la agresión israelí: falta de recursos, dificultad para trasladar a los enfermos más graves, déficit de alimentación, deterioro de las condiciones psicológicas de la población.

La primera Flotilla de la Libertad, con el trágico colofón del asalto al Mavi Marmara, obligó al Gobierno israelí a aligerar el bloqueo en junio del año pasado. Hoy los gazatíes pueden comer más ketchup y comprar pantallas de plasma, pero siguen privados de los medios necesarios para reconstruir el territorio, activar la economía y sacudirse la perversa dependencia de su verdugo. La reciente apertura de la frontera de Rafah ha sido más bien un gesto simbólico de la junta militar egipcia, que ha tratado de satisfacer las demandas populares sin dañar sus relaciones con EEUU e Israel: la apertura permite el tráfico de personas –unas 250 al día– pero no de mercancías.

Porque en todo caso el problema no se reduce a las condiciones económicas. Tienen razón los israelíes cuando afirman que los gazatíes no se están muriendo de hambre. En condiciones penosas, con graves limitaciones, siempre al borde de la catástrofe, pero sobreviven. Lo verdaderamente intolerable del bloqueo tiene que ver con el hecho de que, en último término, los gazatíes sobreviven gracias a la voluntad soberana, absoluta, omnipotente, del agresor; lo verdaderamente ignominioso del bloqueo tiene que ver con este juego muy primitivo, y de ominosas resonancias teológicas, en virtud del cual es Israel quien mantiene con vida a sus víctimas, a las que también podría decidir matar en cualquier momento. Como bien lo expresa Raji Sourani, director del Centro Palestino de DDHH, “Gaza es una granja de animales”. Ese era el mensaje humillante dirigido en 2008 por Dov Weissglass, exconsejero del Gobierno israelí, a la comunidad internacional: “No vamos a matarlos; sólo vamos a someterlos a una dieta de adelgazamiento”. ¿Cuerpos desnudos, alimentados desde el exterior, a merced de un poder total? ¿No es lógico, no es admirable, no es indispensablemente humano que los palestinos se rebelen contra este grillete mancillador? ¿Y que nosotros los apoyemos sin ninguna vacilación?

La segunda iniciativa de la Flotilla se inscribe, por tanto, en este doble contexto: el de llevar a Gaza, sí, un poco de ayuda humanitaria, pero el de denunciar también la política israelí que concibe Gaza como una granja-ghetto completamente sometida a una soberanía metafísica, por encima de las leyes internacionales y de la ética más elemental. En 2005, un prestigioso periódico español calificaba a Cindy Shehan, madre valiente de un soldado estadounidense muerto en Iraq, como “la más agresiva activista por la paz”. Al mismo tiempo que toda clase de presiones cierran sus tenazas sobre la Flotilla y sus participantes –sabotajes, amenazas, ahora la orden de bloqueo del Ministerio de Defensa griego–, los gobiernos de EEUU y de la UE, el español incluido, se hacen eco de la propaganda israelí, que se empeña en describir este vuelo de gorrión, este racimo de barquitos de papel, como una “amenaza”, una “agresión” o una “provocación”. ¿Paz agresiva? ¿Provocativa defensa del derecho? ¿Amenazadora protesta contra un linchamiento? No bombardeemos también –por favorSEnD nuestra ciudad lingüística. Los participantes en la Flotilla ni siquiera pretenden “romper” o “violar” el bloqueo, expresiones ya cargadas de percutiente negatividad. Quien quiebra y viola la ley es Israel. La Flotilla viajará a Gaza positivamente, pacíficamente, para recordar el derecho internacional y la humanidad compartida. Los que están impidiendo su travesía, que sepan al menos que están tronchando las alas de un gorrión, que están pisoteando un racimo de barcos de papel. El Gobierno español no debería hacerse cómplice de esta violencia.


Por Santiago Alba Rico

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=131650&titular=sigamos-siendo-humanos-